Una entrevista con Jacobo Minjares. Un escritor mexicano que durante dos años ganó muy buena lana escribiendo guiones para historietas porno.
¿Te ha pasado por la cabeza escribir porno? ¿Ganarte la vida describiendo cogidas y mamadas y nalgas y tetas y labios dispuestos a todo? A mí me pasó hace unos 7 años. No tenía trabajo y seguía viviendo con mi mamá. Así que me puse a pensar en qué chingados podía hacer para ganar algunos centavos. Y lo primero que se me ocurrió, claro, fue escribir porno. Me salí al puesto de revistas y compré tres historietitas de esas con portadas con chavas desproporcionadas de tan buenas y títulos albureros. Las estudié, lo más fría y científicamente posible (ajá, claro) y escribí al mail que aparecía en la ficha diciéndoles que quería trabajar con ellos.
¿Te ha pasado por la cabeza escribir porno? Aquí una entrevista con tips para que empieces. Share on XMe respondieron al tercer día y me pidieron un guión de prueba. Lo hice. La historia era de una conductora de metro que se ponía bien cachonda con la oscuridad de los túneles, así que invitaba a cualquier pasajero a compartir su cabinita. Lo mandé. Me dijeron que estaba muy mamón y no era la línea que buscaban. Pero me mandaron un guión de ejemplo. La segunda versión que les mandé se acercó más a lo que querían y con algunas correcciones fue el primer guión que me aceptaron. Me pagaron y me encargaron más.
No hice muchos guiones. La cosa es que no me salían tan bien, porque intentaba hacer porno de autoayuda. Se me hace que por eso ya no me dieron más chamba: en cada una de mis historias los protagonistas, además de coger como locos, se encontraban a sí mismos.
Hoy, para aportar más al tema, les comparto una entrevista que le hice Jacobo Minjares, un chico mexicano de 37 años, un escritor que durante mucho tiempo vivió de escribir guiones porno.
Prepárense pues para conocer las entrañas de este negocio. Los pros, los contras, el ritmo de trabajo, lo que se puede ganar y la vergüenza, si es que ustedes son como Jacobo, de que tu mamá se entere.
La entrevista
¿Cómo empezaste en esto?
Pues recién saliendo de la SOGEM, por ahí del 2011… Yo seguía de necio queriendo encontrar trabajo de escritor. En ese tiempo me la pasaba googleando : “se solicita escritor” y ahí me salían todos los resultados tipo VivaAnuncios, Trovit empleo y demás. Un día encontré uno que decía “Se solicita escritor para cómics para adultos”. Ni siquiera pedían currículum, sólo daban un número telefónico. Marqué. Me presenté al lugar y ahí un señor me dijo que hiciera un argumento de una página, de una historia porno. Yo ya venía preparado: me había chutado dos o tres ejemplares de ese tipo de publicaciones para tratar de meterme en el lenguaje. Entonces me concentré y me aventé el argumento.
¿Lo escribiste ahí mismo?
Ahí mismo, ajá. De una página de una historia amorosa que tuviera su entre. Ya sabes, apliqué un poquito de estructura, algo de carnita y ya estuvo.
Ya después me dijo que hiciera un guión. Tenía que ser entre 18 y 22 cuartillas, para que te de unas 80-90 paginitas de la historieta ya impresa. Al principio me sentía inútil. Me regresaban y me regresaban el trabajo y me decían que estudiara el guión muestra. Yo no me rendí. Seguía haciendo las correcciones hasta que por fin quedó. Ya que lo aprobó me dijo: “Sí, estuvo bien, ven a recoger tu paga”, bien al estilo mafia, en efectivo, adentro de un sobrecito del tamaño del billete. Jajaja. Bueno, así era al principio, ya después me depositaba.
Conforme fui mejorando me empezaron a pedir más chamba y un proyecto de un banco de guiones para la editorial.
¿Y cuánto te pagó al principio?
Pues al principio y al final siempre fue el mismo pago: $2,000 por guión. Estuve dos años trabajando con él.
¿Y cuánto tiempo te tardabas en cada guión?
Al principio si tenía que invertir mucho tiempo, era…no sé, calculo que para un guión me aventaba 4 días. Y en horas nalga, quizá sí unas 30 o 40 horas, más o menos. Ya después, como al mes, mes y medio que ya tenía más práctica, ya lo hacía en 8 horas nalga.
¿Y al final?
Al final ya me daban muchos guiones. A los 4 o 5 meses a este señor le sale el proyecto de hacer un banco de guiones. Ya con eso me empezó a dar mucha chamba. Al principio me daba dos guiones por mes; al segundo mes ya me daba uno semanal y con el proyecto del banco, ya eran entre 7 y 9 guiones por mes.
¿Y cuando ya lo tenías dominadísimo en cuánto tiempo escribías un guión?
Ya cuando le agarras bien al lenguaje y ya conoces las palabras a utilizar, los tiempos, la estructura (chica conoce chico o al revés, le echa el ojo, hay cierto coqueteo y se dan una cogidota) ya así, con el oficio que vas agarrando,a los 8 o 9 meses ya me aventaba el guión en, no sé, 4 horas, 5 horas…dependiendo también de la disposición y el humor que tuviera.
¿Cuánto fue lo más que ganaste en un mes?
Pues con 9 guiones ya eran 18.000 pesos.
¿Que era lo que más te gustaba de este trabajo?
Muy buena pregunta. Al principio fue emocionante….fue emocionante porque, tú sabes que siempre he sido un cochinote con esto de las chicas y entonces estaba chido decir: “ hey, escribo porno”. Pero ya después se me bajó completamente el ánimo; sentía que sólo estaba escribiendo porquería y media. Deja tú del tema: sentía que no iba de acuerdo a mis aspiraciones literarias y pues eso si me entristeció
¿Cómo, qué aspiraciones?
Yo quería escribir para cine, guiones de televisión: más calidad narrativa.
¿Y sentías que escribir porno te impedía escribir lo otro?
No me lo impedía. Más bien estaba como en una zona de confort, por el dinero. De todos modos me sentía mal porque no era lo que buscaba para mi vida profesional.
Entonces se me fueron las ganas…
Pero después volví a agarrar ánimo y estuve pensando las cosas y dije: “Bueno, tengo que picar piedra. Tengo que empezar con algo para vivir de escribir”. Si tiene que ser con el porno, pues está bien, ni modo”. Osea, me mentalicé y volví a disfrutar lo que hacía, sabiendo que ahí no tenía porqué quedarme toda la vida, sólo lo necesario. Agarré un segundo aire y lo disfruté, no tanto por el tema, sino porque entendí que era parte de mi formación como escritor; de hecho me dio mucho oficio, porque ahora ya puedo escribir mucho más rápido; ya máquino los conflictos más fácil; ya echo a los protagonistas a la acción luego luego. Me ayudó mucho a soltar la pluma, a tener más dominada la estructura narrativa y a entender la importancia del conflicto.
¿Te sirvió también aprender a escribir con deadlines?
Si. Trabajo bajo presión, sobre todo cuando me encargaban muchos guiones. A veces eran tres por semana. Lo bueno fue que para ese momento ya había desarrollado más el oficio y sentía que podía hacerlo con una mano en la cintura.
¿En qué te inspirabas o cuál era tu fuente para sacar ideas para los guiones?
Pues de las mismas historietas ya publicadas. Las compraba, de mi editorial y de algunas otra; estudiaba la trama y buscaba las alternativas de conflicto. Movía algunas piezas y creaba historias. Incluso ya después hacía variantes de mis propios guiones. Porque al final este tipo de guiones son monótonos: la situación básicamente es la misma, nada más hay que cambiar un poco historia: por ejemplo, ya habían puesto a él protagonista a hacer tal cosa; ahora la protagonista sería mujer, en otro lugar y con una pequeña variación en el conflicto.
¿Y qué es lo que no te gustaba de esta chamba?
Primero, que no apareces en el mapa como escritor. O sea, yo no puedo aplicar en una beca de Conaculta escribiendo esto ¿no?
Y que estaba solo y era difícil que me tomaran en cuenta para otro tipo de proyectos narrativos. Es como si estuviera en mi buhardilla, encerrado, sin comunicación alguna.
Otro contra es que es casi imposible que crezcas, incluso dentro de estas editoriales. Por ejemplo, el señor que me subcontrataba se había dedicado a esto durante 20 años, trabajando de freelancer para la editorial y seguía igual, sin sueldo y sin un puesto mejor.
¿Por qué dejaste de trabajar ahí?
Porque se me ocurrió un proyecto de hacer una historieta negra, en alto contraste, tipo Sin City. Obviamente con su escena porno. Un día conocí a uno de los dueños de la editorial, un chavillo de unos veintitantos, y se lo propuse. Le entusiasmó el proyecto pero al señor que era el intermediario, que estaba ahí presente, no. Seguí en contacto con el dueño y lo empecé a convencer. Iba todo muy bien hasta que el intermediario ya no me dejo verme con el dueño. Y a partir de entonces me empezó a hacer a un lado: ya no me mandaba trabajo como antes. A lo mejor sintió que yo le iba a tumbar su chamba. Hasta que de plano ya no me dió trabajo.
¿Oye y le contabas a todo el mundo que escribías porno o te daba pena?
Pues si, se lo contaba a mis amigos. Se reían, me decían: “cochinoooote”. Al principio era tema de conversación: “Que cagado que estás escribiendo porno”. Con la que sí tuve problemas fue con mi mamá. Yo no le quería decir, la neta. Pero cuando me atreví ella me dijo que lo dejara. Y yo le mentí, le mentí, le dije que ya lo había dejado, pero no. Ese sí fue un drama.
¿Y por qué no quería que escribieras, qué te decía?
Pues yo daba mis argumentos, por ejemplo: esto es profesional, nada de lo que digo es lo que pienso, etc, etc; pero ella me decía que cómo ese giro, que a qué tipo de gente iba dirigido, que estaba desilusionada porque yo estaba para otras cosas. Me lo decía por sus creencias en Dios. Le dije que había agarrado otra chamba, así que cuando me veía escribiendo ella pensaba que estaba en otra cosa, pero yo estaba describiendo escenas porno.
¿Y al final si te descubrió?
Le conté cuando ya me dejaron de dar trabajo, pero ya fue tiempo después.
¿Y le contabas a tus novias ?
Sí, yo empecé a andar con una chava por aquella época. Cuando nos conocimos me preguntó:
¿A qué te dedicas?
Escribo, le contesté
¿Ah sí? ¿y qué escribes?
Porno, le dije.
¿Ah y cómo esta eso? ¿A poco vas a los sets?
Era súper celosa. Chale. A ella y a otras que les contaba siempre asociaban y pensaban que estaba ahí en los sets de grabación.
Bueno fuera ¿no?
Bueno fuera, exactamente, mano… pero no. Ya le expliqué y pues la verdad a ella no le importaba mucho. Al principio sí le causó gracia pero ya después le dio igual, con que tuviera lana para invitarla a cenar o salir ,ya con eso. Creo que aunque yo hubiera sido enterrador (de panteón) no le hubiera importado… el chiste era que tuviera dinero. Pero bueno, ese ya es otro tema, ¿no?
¿Oye y qué tips le darías a escritores que empiecen en esta industria?
Que no sean flojos a la hora de escribir. A mi me pasaba y me sigue pasando que de repente hay que resolver una situación, un conflicto, y lo queremos hacer más facilón porque nos da hueva, y lo resolvemos de forma predecible. Yo diría que hay que hojalatear chido la estructura, aunque sea porno, echarle bien la pintura, todo lo que se requiere para que una historia funcione.
¿Oye y si viste tus historias impresas?
Unas 4 o 5, nada más
Y…
Es raro ¿no? Yo si quería que pusiera mi nombre real de autor, pero me pusieron el que ellos quisieron
¿Cuál?
Me pusieron Jack Mean. Yo les reclamé, les dije que pusieran mi nombre real. Pero no: Jack Mean fue. Por lo menos no fue Rosa Mestre, ya sabes que estos güeyes a todo le ponen nombres albureros. Es un desmadre.
¿Cuántos guiones habrás escrito?
Pues escribí unos…híjole….pues unos 200, yo creo.
¿Tienes una historia que haya sido tu favorita, te acuerdas?
Me acuerdo de varias con las que me moría de risa.
Pero por ejemplo hay una donde pongo un chavo en su casa que está pensando: “chale nada más tengo 10 pesos para pasar la semana, voy a salir al centro a ver que me topo”. Y se topa con una chica, ya sabes, bien frondosa. Pero la chava venía de bajarse de un convertible de un chico rico que la había engañado y venía lloré y lloré. El chavo piensa: No pues está bien buena esta vieja, pero está llorando, ¿qué le habrá pasado? Voy a ver que onda con ella; se le acerca y ella despechada le dice, de la nada, vámonos a un hotel y él le contesta: ¿me quieres robar o qué onda? No. Quiero estar contigo, estás guapo…pero obviamente no era para nada guapo, era un flacucho chistoso. Así que el chavo no se lo cree, ya sabes, el rechazo a la aventura del viaje del héroe. Pero al final se convence y le entra. Y ya está en el hotel con ella, y la encuera y está buenísima y al final, a la chava no le va tan mal, porque resulta que este cuate la tenía de 25 cm.
Ah cabrón.
Sí, pues ya sabes, las fantasía de uno. Y entonces esta chica se enamora de su stick, pero la verdad es que es una chava bien amolada, pobre, que sólo estaba con el riquillo por interés, para que la mantuviera. Y cómo se queda sin su fuente de ingresos, empieza a promocionar al chavo con sus amigas. Y este cuate, muy iluso, piensa que ahora sí, ya se va a dar la buena vida con las mejores mujeres del mundo, pero su novia lo contacta con pura doñita gorda y fea. Y ahí va la cosa. Pasan algunas peripecias hasta que al final descubren que si se aman de verdad y para cerrar el pacto del amor verdadero se dan con todo.
Esa historia me gustó aunque hasta pensé que me la iban a regresar, porque casi siempre quieren que los dibujantes se chuten a pura vieja alucinantemente buena, pero si pasó y dibujaron dos escenitas con unas doñas acá bien gorditas.
¿Oye, y hay reglas, algo que no puedas meter en el guión?
Sí, la Secretaría de Gobernación no deja que salgan sitios públicos visibles de cualquier ciudad.
Ajá… reconocibles.
Reconocibles…eso es para los dibujantes. A los escritores no les permiten que haya violencia contra la mujer y también debería ser contra el hombre ¿no? Pero bueno, en fin…ya sabemos cómo es esto; O sea, de hecho la chica si puede cachetear al chico si se pasa de lanza, pero si la chica se pasa de lanza no puede el hombre cachetearla a ella.
Tampoco puede haber escenas sexuales en lugares como escuelas. Pueden aparecer escuelas a lo largo de la historia pero no a la hora de coger. O sea, puede salir una chava de universidad pero el güey tiene que ir ahí a recogerla y mejor chutársela en un bosque o algo.
Ah también siempre debe quedar claro que todos son mayores de edad.
Y no puede haber animales.
¿Oye y como era tu relación con los dibujantes?
Sólo conocí a uno una vez. En una reunión de fin de año. Fue muy raro. Nos reunieron a todos los freelancers para brindar y hasta nos regalaron un pavo.
¿Tu ponías los títulos de las historias o los ponían ellos?
Yo ponía el título, pero a veces los cambiaban a la hora de publicarlos. Les valía gorro.
¿Te gustaría volver a trabajar de esto otra vez si encontraras chamba?
Por el dinero, sí, claro. Pero sin perder de vista mis expectativas.
Pues sale, mi buen Jack Mean. Mantenos al tanto de tus aventuras y tus historias. Gracias por la entrevista.
De nada. Y claro, seguimos en contacto.
Para los atascados
Bien. Hasta aquí la entrevista con Jack Mean…. perdón con Jacobo. Y ahora, como cortesía, déjenme su mail aquí para mandarles uno de los guiones de autoayuda porno que escribí yo, para que los usen como inspiración, no sólo para una chaqueta, espero.
Y aquí, por si no tuvieron suficiente con las ilustraciones, les comparto una página donde se pueden leer gratis toneladas y toneladas de estos porno cabuleros cómics.
Si no se han bajado todavía el ebook, 12 ideas bizarras para vivir de escribir ¿Qué esperan? la idea 8 trata sobre este tema: escribir historietas cachondas, y ofrece algunos tips más concretos para empezar a chambear en este mundillo.
Dénle duro, pues, y nos vemos aquí, la próxima semana, en otro episodio de ésta su Tinta Chida.