Este escrito se autodestruirá en 5 segundos. No invites a la mente a un asunto que es del cuerpo. Practica escribir sin parar, sin pensar, con esta app. Si no puedes: ¡Lo pierdes todo!
(¡Hijo de la verga, qué cosa tan horrible!) [Hago bolas el papel y lo aviento al bote de basura]…
Aquella fría y lluviosa noche… (¡No mames, no!) [Hago bolas el papel y lo aviento al bote de basura]…
Era un noche lamentablemente fría, las tétricas gotas caían del cielo como las lágrimas de un Dios desconsolado (¡Hijo de la verga, qué cosa tan horrible!) [Hago bolas el papel y lo aviento al bote de basura]…
Un torrencial aguacero azotaba con sus fúricas lanzas las espaldas de los edificios, de la ciudad entumecida por las filosas cuchillas de agua que alevosamente eran lanzadas por el mismísimo Huitzilopochtli desde sus celestiales moradas (¡verga, verga, verga! ¿Qué me pasa? ¡Cada vez estoy peor!) [Hago bolas el papel y lo aviento al bote de basura]…
Al chile estaba lloviendo un chingo. El cielo negrote negrote se escurría como la entrepierna de una chava acá bien sabrosa (¿¿???…) [Hago bolas el papel y lo aviento al bote de basura]…
Así podríamos seguir durante horas ¿no? Puliendo como grandes estetas el primer enunciado de nuestra obra cumbre, aquella que cambiará el curso de los mares y nos elevará al pináculo más alto de los premios Nobel, el de los genios tocados por los Dioses… Nos escondemos bien recio atrás de ese mito de la impecabilidad, el del terror a la hoja en blanco, o el del bloqueo del escritor. Nos la pasamos horas ahí, puliendo la gran frase, piense, piense y piense, sin escribir…
Nos la pasamos horas ahí, puliendo la gran frase, piense, piense y piense, sin escribir… Share on XBueno, si ya leíste el artículo de los mitos de los escritores, el de escribir sin pensar y sin planes, y el de Ray Bradbury en el que nos dice que entre más rápido escribamos más honestos seremos y a pesar de eso sigues con las manos entumecidas porque el miedo a escribir una pendejada te hace manita de puerco, entonces, esta solución te va a venir de pocas perlas. O sea: chingón.
La app para escribir más peligrosa
“Al chile, si no escribes, te vas a la verga”, te va a decir.
Esa es la traducción literal de esta pequeña app: The most Dangerous Writing App.
¿Por qué peligrosa? Pues porque nos va a sacar de nuestra zona de confort. No le va a importar nuestro miedo a hacer el ridículo, ni las quejas de nuestra metiche mente. Nel, esta app te va a hablar sin rodeos: “Al chile, si no escribes, te vas a la verga”, te va a decir. Y sí, ahí te vas a ir.
Al chile, si no escribes, te vas a la verga, te va a decir esta app para escritores. Share on X¿Y luego, cómo lo uso o qué?
Muy fácil:
Ve a www.themostdangerouswritingapp.com
Escoge el tiempo de tu sesión de escritura. 3, 5, 10, 20, 40 o 60 minutos.
Elige si quiere el modo harcore (rudo) o el suavecito.
Dale start y escribe.
Si no escribes por más de 5 segundos, la pantalla se difumina hasta que aparecen unos bordes rojos como la sangre y un mensaje que dice: “Fallaste”, y luego una frase con los datos estadísticos de tu sesión: “Escribí 9 palabras en 13 segundos y después morí usando la app más peligrosa para escribir”.
¡Y ya! No puedes recuperar tu texto nunca en la vida… jamás.
A lo mejor si pierdes dos o tres minutos no sientes tan gacho, pero cuando vas a la mitad de una sesión de 40 minutos y te inventas el pretexto del bloqueo o el ardor de ojos o el cansancio de las manos y te detienes… 5, 4, 3, 2, 1 y… ¡Booya! Adiós.
La diferencia entre el modo hardcore y el normal, es que en el harcore (el que recomiendo) ni siquiera puedes ver lo que estás escribiendo. Estos weyes te borronean cada palabra para no te distraigas y veas lo que llevas escrito; sólo verás en grande la letra que estás tecleando. ¡Delicioso!
Lo más chido
Lo más rifado es la sensación de vértigo: tus manos anulando a tu mente, la punta de tus dedos avanzando a pesar de la voz que te dice que estás escribiendo pura mamada, que no tiene caso, que… y tu sigues, sigues, sigues y sientes, te cae el veinte al fin, de que escribir es una actividad física, no mental.
El hueco que se forma en tu estómago al no saber que estás haciendo ni hacia dónde vas es refrescante, es un juego. No tienes que comprometerte con nadie, no tienes que ser perfecto, pulido, funcionar ni sorprender… sólo necesitas escribir.
¿Que estás bloqueado? Escribe. ¿Que no sé qué? Escribe. ¿Que no baja la musa y te agasaja con sus sensuales babas inspiradoras? Escribe.
¿Que no baja la musa y te agasaja con sus sensuales babas inspiradoras? Tu igual escribe. Share on XEntrenamiento
Los mejores resultados con esta app ocurren cuando la usas muy seguido y la incorporas a tu régimen de entrenamiento literario. Si no te encanta escribir bajo este tipo de presión y trabajas chido con tu propio ritmo, está bien. Aún así te recomiendo usar esta herramienta. Utilízala todos los días así como un boxeador salta la cuerda; aunque el resultado literario de esta sesión no sea útil, brillante, ni genial. El ejercicio físico de tus manos y la forma en la que se te destapa el pecho te ayudará con otras sesiones de escritura, con tu poesía, escritura de guiones, con lo que sea… Se trata, como decimos en el taller de Pelea y Escribe, de una forma para fortalecer tus músculos literarios.
Dosis recomendada: Una sesión de 10 minutos al día y vas a ver qué chingón se sienten tus muslos poéticos después de 10… ¡No, déjate tú diez! ¡Después de 5 días!
Usa esta app 10 minutos al día y vas a ver qué chingón se sienten tus muslos poéticos... Share on XÓrale. En caliente
Así, de una vez, sin decir agua va, dale clic a este enlace, http://www.themostdangerouswritingapp.com/, programa 5 mintos en el modo hardcore y dale start.
Luego, comparte aquí en los comentarios lo que sentiste y el resultado. Ya sé, ya sé, va a ser una mamada no digna de alabanzas. Así sin trabajar ni editar va a ser una tontería que sería mejor quemar para que ninguno de tus fans o futuros críticos literarios sepa que alguna vez escribiste algo tan espantoso. Aún así, compártelo, por horrible, inentendible, lleno de faltas o vergonzoso que sea. Como dice el manifiesto: ¡Mandemos a la chingada el mito de que no se puede escribir mal! Escribamos mal y rápido aunque hagamos el ridículo en esas biografías que redactarán sobre nosotros cuando nos consagremos!
Mi ridículo
Para empezar usé la lista que hice en el ejercicio de Ray Bradbury. Escogí otro de los títulos y programe 10 minutos en hardcore… ¿Los resultados? Por lo menos sobreviví, así que aquí les presumo mis jaladas si una sóla corrección.
Los gruesos
Los gruesos s ereunian en la cima, ahí, hasta arriba, en dond etemrinaba lo mas alto d ela calle. changos, yo sienpre quise ser uno d elos gruesos. me gustaba verlos bajar la calle, reunirse al lado d elos callos, fumando y chupando, esperando que la tarede que la noche acabara d evaler verga para slair y hacer d ela ssuyas. Y hacer d ela ssuya no era nada d eotro mundo, para ellos, pero para mi, sí la verdad; hacer5v d elas suyas era reunirse con sus morras, una sve4ija sbien buenotas vestidas todas d enegro, con unos pantaloens caba bienm apretados y unos pelos de colros bien fatasticos, pura banda d ela bu8ena, puro cabron chingón. Y te digo, noe sque hicieran mucho, se poneiena ha chupar ya fumar kotan y fajar con sus viejas y yo queria se runod e llos, unod e esos gruesos a los0 que les brillabana los colores del pelo y lo que tenian la morrara mas sabrosas, las mas linda e inteligenets qu ehubi9era yo visto nunca… y así, con el tiempo, me vovlí unod elos gruesos, pero, chale, p’ues fue del modo mensos pensado, la neta, nunca lo habria imaginmado… estaba yo subi9endo la cuesta, la calle, para oonerme aver que habia quedadod el desmadre de la noche anterior, esto, te digo, paso en la mañana, o bueno, no tan de mañana, pero si enj la tarde, cuanantes d euq ellos alaieran, pues, me iba a sentarme ahi en la banqueta, con mic hamarra de cuero que le jabai volado a mi hyermano, que noe r5a un grueso grueso proque ni le gsytaba estar aaca por el barrio, pero la verdad es ques qsi s evestia igual, bien punk, bien rebelde mi caranalito, en fin, la cosa es que la nchamarra me quedaba gigantisima y ymis pelos ni estan yan largos ni nada pero la veredda me los pintaba d everdad y me lso par5aba, con mucho gel, auqnue noe stuvieran ni pintados, porque ya se sque si hubierane stado pi9ntados ni me hubieran dejado entrara las sceun y mi juefa me hyabri puetso uan beuna madrixa, deas que le ponianna mi carnal cuando empezo cone ste de4smadre del rock y del punk y de ser la banda no, pero pues d eeso ya llovio,e soea fuq efue ha ce mu8cho, proque mi ahrmano, mi cranal, me llevaba varios años. chañe, pero eso ya lo sabe sy nos e que tengta que ver on esto que ete stoy conbtandos d elos grusos… la cosa fue empece a sysbir la calle esa, y yo iba aca vestido con i charmma ay pelitis par4ados y pensé que no habia nadie, proque al chile nunca se reunianan a esa shora, ya estab aaocuro pero llegaba mucho más tarde, entonces qu eme sienjto ahi no, a esperara a sentirme unod e ellos,a imaginarme que ya tenia una morra asi como las de llos, rapadas, con una solo hilera de pelos aluconant6es, d epuas y d epicos fantasticos, arroba de sus cabezas, y que le metia dedo y que le decia qu8e ami me valia verga el amor y que lo que me importaba era mandar ala chingada todo, el futuo, el paso y solo vel rpesente, auqneu eso me decia yo y eso le diecia yo ene mi iangiancción nomas para espantar p’ara no espantarla porque la verdad es que yo en el fondo, hey, pero esto nos e lo diga s nadie eh, esto no lo vaya a publciar ahi ent u blocito, sino oue svoya quedar muy roidiculo, no… pero bueno, la cosa es que eso me imagiana yo pero en el fondo0 era un romantico, la neta, y me dveia diciendole eso para que no me considerara un chavito fersa noño pendejo, epro ene el fondo yo ya sabi9a que estaba bien encu8lado con es aveija, que era una pricnesa punk aca chingona, que era una eheroia post unlk cinernetica, casi casi una doride humano que pues ni como no s eiba uno a enamorar de ella, no. y pues bueno, la cosa es que en esas estaba cuando bien emetido en mi imaginación cu8ando en eso sale dq que oigo una voz que me dice, que trtanza morrito, estabas chido… ya regresa, laqui estoy, ira… yq ue ene so abro los jos y la verdad es q8ue non lo ia, epro me imaginoq ue esto fue loq ue me dijo porque traia yo puestos mis audifonos a todo volumen y pero ya recosntrutnedo aca la cosa esos e slo que me inaginoq ue me dijo y, pero bueno, la onda es que me toco la pierna y ene so me quite yo lao audifonos y que la veo yo ahi, y, no mames, carnal, quien crees que etsba ahí… pue sla mera mera grusisima! la vieja del masturbas, el jefe, ele ma shcingónde dto0dos los grueso… no ammes, se me cayó la baba cabron, me quede yo ahí bien pedenjo nomas viendol