Actitudes que podríamos (los aspirantes a escritores) aprenderles a los aspirantes a músicos.
Está entrada fue publicada originalmente en inglés en LitReactor.
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Los escritores son lo peor. Bueno, los aspirantes a escritores son lo peor. Deberían de parecerse más a los aspirantes a músicos, que tienen mucha mejor actitud, ética de trabajo, y hasta es más divertido estar con ellos. Yo he estado en los dos mundos.
Cuando la música era mi prioridad estaba en mejor forma física. Cuándo fue la escritura, gané peso, pero era más feliz. Pero, tengo que decir, que extraño echar relajo con la banda de músicos. Es que tienen un relación más sana y más profesional con su oficio (aunque es más difícil ganarse la vida como músico que como escritor). Así que me gustaría ver a más aspirantes a escritores actuar como aspirantes a músicos. La comunidad de literaria se beneficiaría. Así que, queridos escritores principiantes, aquí hay algunas formas probadas para conectar con tu rockstar interno.
Los rockstars practican
Los músicos sí practican. Se preocupan por mejorar su técnica en lugar de solo publicarlo en feisbuk. Ya sea aprendiendo nuevas canciones, acordes, o echando desmadre, los músicos afilan su técnica. Es más fácil para ellos, eso sí, porque es más fácil e instantáneo ver los resultados de su mejoría. Entre más técnicas aprenden y menos errores comenten, sus conciertos mejoran; los escritores no tienen forma de percibir tan instantáneamente la mejoría de su técnica. Pueden mejorar, sí, y aún así ser rechazados una y otra vez por agentes y editoriales. Y esto hace más difícil medir la mejoría. Pero, al final, sólo el aspirante a escritor que practica y practica es el que mejora y tiene chance de finalmente publicar y ganarse la vida con sus escritos.
Los rockstar trabajan más chido las redes sociales
Casi no ves músicos quejándose en las redes sociales de los horrores de, valga la redundancia, las redes sociales ¿o sí?, o de por qué otro músico apesta, o de por qué los dueños de los clubs y los fans no entienden su trabajo. No, los músicos generalmente entienden que se tienen que llevar relativamente bien con sus colegas si quieren tocar. Cada tocada en la que estuve tenía que convivir con otras bandas. Pensé que muchas eran muy malas, y de seguro muchas de ellas pensaron eso de la nuestra, pero fuimos respetuosos y profesionales.
Un músico también necesita saber cómo tratar a sus compañeros de banda. Y, por el contrario, un montón de escritores tienen esta idea de que deben de hacer todo ellos solos para mantener su genio puro. Los músicos saben que esas son pendejadas. Tocar con otras bandas y compañeros mejores que tú es la única forma para mejorar.
Micros abiertos
Los músicos practican enfrente de un chingo de gente, para mejorar, y muchas veces ni les pagan. No tocan para tener más exposición, si no que van a micrófonos abiertos y tocan 2 o 4 rolas para tantear la respuesta y ver qué tanto han mejorado. Los escritores pueden hacerlo también: blogueando, escribiendo reseñas, o dando algún avance de su libro a algún sitio web. Sí, ya sabes que lo ideal es que te paguen siempre, pero escribir columnas, entradas de blogs, mini-ficiones y compartirlo en talleres, grupos de escritores en feisbook, o en otros lados, es tu micrófono abierto.
Buscan chambitas y huesos
Los músicos suelen tocar por el hueso, en cualquier lugar nada glamuroso, con tal de que les den una lana; ya sea que toquen en bodas, covers en un bar o hasta trabajo de estudio. Si les pagan, tocan. En serio, a los músicos también les gustaría en vez de todo eso mejor tocar sus canciones, pero necesitan que alguien les pague para poder seguir con su chamba personal. Además, uno como escritor no tiene que pagar sus costos extras: un espacio para practicar, reparaciones de amplis, gasolina para ir a la tocada. Lo único que necesitamos nosotros es tiempo. Pero si buscamos chambitas de escribir que realmente nos paguen, además de practicar nuestro oficio…¡nos darán dinero! Y ese dinero puede ser usado para acompletar para nuestro gasto: ¡wuoooo! Cuando nos pagan por escribir tenemos más tiempo para escribir. O podemos usar la lana para invertirla en clases para mejorar, talleres o hasta para contratar a un editor.
Entienden la parte del bisnes y el marketing
Ahh, los escritores: casi siempre con su lucha interna entre hacer dinero o mantenerse fieles a su visión. Los músicos no se pueden permitir esas mamadas. Si graban algo, tienen que encontrar la mejor forma de distribuirlo, tienen que hacer los flyers para sus shows, y entienden, además, que tienen que llevar cierto número de gente a la tocada para que el dueño del bar vuelva a invitarlos. Nop, a ellos tampoco les gusta todo el rollo del negocio, pero deciden aceptarlo y aprender de él. Los escritores necesitarían hacer lo mismo. Deberían aprender sobre la distribución de los libros, agentes, freelancing, y el mercado editorial. Estar bien versados en la onda del negocio y el marketing no solo los ayudaría a encontrar a su público sino a encontrar un buen agente o una editorial, o a vender más.
No están más allá del oficio
Sí, hay músicos experimentales y artistas del ruido, pero si no han aprendido a tocar un instrumento y si la mayoría de los otros músicos no los toman en serio, tampoco lo hará el público. Los músicos respetan su oficio. Porque no tienen otra alternativa. Si nos sabes tocar un instrumento entonces no puedes subirte a un escenario o grabar un disco. Las bandas a las que les pagan por tocar, tienen que practicar y practicar, con metrónomo y todo; entienden que tienen que ser excelentes en su oficio o no tienen ningún chance. Muchos escritores ni siquiera lo entienden; sólo quieren sentarse a esperar a la musa y luego quejarse de los resultados de su libro. Los músicos de verdad estudian, practican, y hasta aprenden otros instrumentos. Cultivan la técnica en vez de esconderse de ella. Los escritores debería relacionarse con su oficio como los músicos con el suyo.