Jimena te guía en una exquisita selección de opciones para que hasta el escritor más mamón quede contento con su regalo navideño
Hacerle un regalo a un escritor no tendría que ser cosa del otro mundo, al fin y al cabo son seres humanos, o algo parecido…
Hacerle un regalo a un escritor no tendría que ser cosa del otro mundo, al fin y al cabo son seres humanos, o algo parecido a eso, con gustos y preferencias como cualquier otro. Pero si ya llegaste aquí, quizá es por mera curiosidad o quizá tienes un escritor o escritora por ahí a quien quisieras conmover en esta época del año y no tienes idea de cómo hacerlo. Bueno, pues ahí van algunas ideas…
Primero tienes que pensar en porqué vas a invertir parte de tu aguinaldo por el cual macheteaste todo el año para darle un regalo a ese vago amigo/hermano/loquesea tuyo que no hace más que escribir. Dale, te doy un minuto.
…
¿Sigues aquí? ¿Estás seguro de que no prefieres comprarle una nueva carcaza a tu celular? ¿Estás segura de que quieres salir de la tranquilidad de tu casa para internarte en el frenesí decembrino de las compras de temporada?
Si sigues dubitativo, aquí algunos motivos por los que querrías obsequiarle algo a un escritor.
Me salió su nombre en el pinche papelito del intercambio.
Es un buen amigo.
Es una gran amiga que me hace corrección de estilo cada vez que se lo pido.
Me da lástima, pobre vato.
Un día ganará el nobel y quiero que me quiera.
Compartimos genes.
Es mi maestro.
etc.
etc.
etc.
¿Decidiste que sí tienes motivo? Bueno, allá tú. Seguimos.
El saber por qué quieres hacer ese regalo puede ser un parteaguas para definir cosas importantes como el tiempo o el presupuesto a invertir. Después de eso, tendrás que averiguar qué tipo de escritor es el tuyo, de eso puede depender tu elección. Debes tener cuidado y darte cuenta de que las salidas fáciles quizá no lo son. Para acotar la lista de posibilidades recomendaremos sólo cosas que podríamos encontrar en el escritorio de algún amante de las letras.
Libros
Claro, si escribe le gusta leer. Ok, cierto, creo, espero. (Si tú escritor no lee… simple, no merece un regalo) Pero ojalá fuera tan fácil como entrar a la librería y escoger el de la portada más bonita, o nuestro libro favorito. Regalar el libro acertado tiene mucha ciencia detrás y es algo muy delicado, así que si no tienes ni idea de lo que le gusta leer a tu escritor será mejor que no te metas en problemas y saltes a otra opción (¿qué tal la de dinero constante y sonante? anda, vete pa’llá y ahorita nos vemos).
Ahora, tienes una ligera idea de lo que le gusta, pero meh, no estás muy seguro. Bueno, jamás, nunca de los nuncas te atrevas a ir a una librería y decirle al encargado algo así como “pues es de que le gusta la ciencia ficción” o “ps, es medio feminista y así” (ya quiero verte salir con un libro de Guadalupe Loaeza o un ejemplar de Crepúsculo que si bien le va, va a terminar como soporte en la pata de alguna mesa). Si sólo tienes una ligera idea de lo que le gusta, síguete de largo, ya habrá mejores opciones, ooo… puedes optar por invertir algo de dinero y tiempo y apostar por un libro bonito, así es, un libro bonito.
Libro bonito.
En los últimos años ha surgido un movimiento de editoriales que intenta rescatar el valor del libro como objeto y le apuesta a la edición y producción bien cuidada de obras que vale la pena tener por la calidad con la que están hechas. Muchas hacen tirajes limitados a precios accesibles y otras más comerciales tienen producciones industriales a un costo algo elevado. La cuestión de este tipo de editoriales es que convierten al libro en un objeto estético per se y hacen que cualquier ejemplar de su catálogo se convierta en garantía de ser un buen obsequio.
Entre las editoriales mexicanas, puedes echarle un ojo a Ediciones Acapulco, de hecho puedes visitar la editorial físicamente para ver y tocar los libros disponibles en su catálogo. Debido a que son es una Vanity Press tienen títulos muy, muy diversos, lo cual puede complicar tu búsqueda si no tienes mucha idea, pero al mismo tiempo amplía tus posibilidades, lo que es seguro es que no podrás salir de ahí sin un regalo que probablemente le gustará a quién se lo des. También está Malpaís (nomás la página de inicio a su sitio web hace que valga la pena el viaje) una editorial que si bien se especializa en poesía tiene por ahí títulos de narrativa e historia también, todos muy chulos. Impronta es una casa editora con sede en Guadalajara que se dedica a hacer libros exquisitos en todos los sentidos. Se caracterizan por una producción artesanal, que va desde la impresión en tipos móviles, selección del papel y encuadernación. Son libros simplemente bellos. La dïeresis hace libros que a simple vista no parecen libros, pueden ser una caja de té o un papalote y convierten al libro en un verdadero fetiche. Así pues, puedes explorar la inmensa posibilidad de regalar un libro que sea estúpidamente hermoso. Los precios pueden variar pero la mayoría tiene precios accesibles dentro de sus catálogos, más si tomas en cuenta la exclusividad y calidad de sus ediciones.
Si no estás en México date una vuelta por la red, busca editoriales independientes y algo encontrarás. En Colombia, por ejemplo, tienen la suerte de que exista una bellísima editorial: Tragaluz, cuyo catálogo es exquisito y sus ediciones están increíblemente bien cuidadas. Esta última forma parte de un conjunto de editoriales y librerías que se autodenomina La ruta de la independencia, cuyo trabajo es crear y distribuir ediciones de calidad. Hueders en Chile es otra buena opción que, de hecho, empieza a distribuirse por México. Aquí hago una pausa para presentar una de las editoriales más bonitas que he visto y es Letra Capital, que hace libros sobre historia y arquitectura chilena que aún si no conoces Chile te pueden enamorar de lo chidos que están. En Uruguay, se encuentra Criatura Editora, que se concentra en tener un catálogo contemporáneo de mucha calidad. Y en fin, en el país que te estés podrás encontrar libros bonitos, es sólo cosa de buscarle.
Y ya pa acabar con esto, porque podría seguir hablando de libros bonitos, sí tengo que hablar de una editorial que hace años era inconseguible fuera de España y de a poco a entrado al mercado (eso sí, sus precios nomás no bajan) y estoy hablando de los libros del Zorro Rojo, una editorial española que a diferencia de las anteriores, además se ser gachupina, también tiene una producción de calidad, pero industrial, así que sus libros son considerablemente caros (pal mexicano clasemediero común y corriente) sin ese plus que le da la firma del autor o saber que está hecho a mano y con mucho amor. Pero a su favor tenemos que decir que su catálogo es increíble. Se caracteriza por hacer ediciones ilustradas de libros que, generalmente no se ilustran, porque sí, a los adultos también nos gustan los dibujitos. Así que con ésta no hay pierde, si sabes que a tu escritor le gusta Ernesto Sábato, sí, es seguro que ya se haya leído Sobre Héroes y tumbas, peeero… ¿Una edición ilustrada de Informe sobre ciegos? No le caería mal… (claro, tendrás que tener una ligera idea de qué lee). No conozco una sola persona que no moriría de felicidad si le regalaras un libro de esta editorial. Puedes conseguirla en España, México y Argentina.
Libros acá
Ahora, conoces los gustos de tu escritor… (o no, pero eres muy terco y sigues aquí porque a fuerza quieres lucirte regalándole un libro) y prefieres optar por una opción más comercial, pues bueno, tendrás que echarle más ganitas a la parte de buscar un libro con contenido chido, porque chale, ¿has visto las portadas de Tusquets? ¿Qué de bonito tiene eso? ¿Y encima me diste un libro de Murakami? No mames… Bueno, pues tienes varias opciones. La primera es sondear, ¿oye, tienes tal libro de fulano? ¿sí? ¿está bueno? ¿ya leíste tal? Sin ser demasiado obvio, no querrás arruinar la sorpresa. Considera que muchas veces lo que nos mantiene lejos de nuestro objeto de deseo, llámese libro, puede ser la indisponibilidad del mismo o su precio, así que tendrás que pensar que si no tiene tal o cuál libro, quizá habrá que hacer una inversión importante de dinero o de tiempo (otra vez).
La inversión de dinero es obvia, si tu escritor es fan de Italo Calvino, por ejemplo, y el ejemplar que le falta es La Gran Bonanza de las Antillas (que sería un regalo perfecto para cualquier persona, escritora o no) vas a tener que estar dispuesto a desembolsar quinientos varitos para comprar la única edición de línea en el mercado, la de Siruela. Peeero, recuerda que siempre está la opción de tomarte una tarde para sumergirte en el maravilloso mundo de las librerías de viejo y en una de esas te topas con la edición de Andanzas por unos doscientos pesos. ¿Nada mal el ahorro, no? Si te vas más por la segunda opción, asegúrate de tener una lista con varias posibilidades por si no encuentras el libro que andas buscando.
Por cierto, no olvides que además de las bellas librerías de viejo, existe la opción de echar un ojo en Mercado Libre. Aunque no lo creas, existe una oferta considerable de libros difíciles de conseguir y primeras ediciones, digo, si de veras quieres lucirte. Por ejemplo, hace diez minutos me bastó poner “Francisco Tario” en el buscador de M.L para toparme con dos ejemplares de Una Violeta de más, del 68, una en $800 y otra en $2000. ( por cierto que la mismísima Gran Bonanza de las Antillas está por ahí en $150). YO valoraría mucho un regalo de ese tipo. Por otro lado, existen grupos en facebook en donde también se venden y subastan libros raros. Date una vuelta y ve qué tal. Al parecer los vendedores de libros difíciles de conseguir aún no le entran a Amazon mx, así que a diferencia del gringo, las opciones aún son limitadas. (El sitio gringo también está disponible si quieres importar alguno)
Y ya, por último, sólo si tienes mucha confianza en tu juicio y conoces muy muy muuuy bien a tu escritor, pues existe siempre la obvia opción de regalarle un libro que tú hayas leído, que sea significativo para ti. Esto es más delicado y riesgoso, pero allá tú.
Librerías
También recuerda que gracias a la ley de precio único, al menos en México, ya da básicamente lo mismo en dónde consigas tu libro, así que si quieres comprar algo nuevo, puedes evitar las grandes librerías en la que el 80% de los títulos son de superación personal, Yordi Rosado y recetarios. Hazte un favor y ve a alguna librería en la que ya esté todo decantado y sepas que además de no perderte en un mar de libros inútiles, podrás pasarla bien. Si andas por el sur de la ciudad date una vuelta a Marabunta, échate un cafecito y compra tu libro. Ya más pal centro, en la Narvarte, puedes echarte el café o no, porque nomás entrar a Icaria es un placer por sí mismo (¡además tienen el manifiesto de Tinta Chida pegado en la entrada), igual recomiendo que sí lo hagas y que también te lleves el título escogido para tu escritor. Si estás en Guadalajara puedes visitar la librería de Impronta que se especializa en libros chulos y de editoriales independientes. Apenas hace unas semanas la Tinta Chida estuvo de visita en la Librería Cultural del Centro, en Querétaro, así que no podemos no recomendarla si andas por ahí. Si estás en Santiago de Chile date una vuelta por la Plop Galería especializada en libros ilustrados, de hecho por ahí encuentras algunos títulos de los Libros del Zorro Rojo. En Buenos Aires, Libros del Pasaje es una chulada de lugar, si quieres nomás date una vueltita pa disfrutar. Por desgracia no nos hemos paseado tanto como para saber qué más hay por ahí así que cualquier recomendación para ampliar la lista de posibilidades fuera de la Ciudad de México será bienvenida.
La ventaja de estas librerías es que además de ser espacios que convierten la monótona acción de comprar en una experiencia estética, (ahí sí te doy permiso de pedir consejo a quien te atienda) son proyectos de personas que aman la literatura y que nunca te dejarían salir con un libro de Elenita Poniatowska en las manos, puedes confiar, pues.
Parafernalia escriturosa
Pues sí, mi escritor lee, pero prefiero simplificarme la vida y ahorrarme un escupitajo suyo en la cara cuando llegue con mi ejemplar bien envuelto de Paulo Coelho autografiado por Jodorowsky. Si tu escritor se hace llamar a sí mismo escritor, es probable que escriba (o que finja que escribe) ergo, alguna herramienta usará para hacerlo. Tienes que saber primero cuáles son sus hábitos. Muchos escritores aún son afines al papel y a la tinta, si no es para hacer todo el manuscrito de su novela, quizá sí para hacer notas, registrar epifanías o procrastinar dibujando mientras en la compu tintinea el cursor. Dependiendo del tipo de escritura a mano que lleve a cabo considera qué herramientas puede usar. En el mercado hay infinidad de opciones. Basta con que entres a una gran papelería o librería para toparte con estantes repletos de libretas y demás objetos que podrías imaginarte sobre cualquier escritorio.
Primero lo primero, un soporte para escribir
Si tú problema no es el dinero pero quieres librarte de la decisión pronto, compra un Moleskine y ya está. La sobrevalorada marca italiana de libretas manufacturadas en China tiene todos los tamaños y desde hace un par de años se distribuye en harta tienda del país. (Sí, dije sobrevalorada, sí, señalé que son chinas, y sí, dije que son libretas, no moleskines, porque eso son, libretas) y antes de que se me tache como chaira amargada, tengo que aclarar que sí me gustan, el papel es chulo, los tamaños ideales, y su sobriedad tiene un no sé qué de muy bonito. Si no, no las estaría mencionando. Pero lo cierto es que yo, como encuadernadora, no tendría Moleskine como opción pues a estas alturas del partido lo que pagas cuando compras uno es: chingo de impuestos y el prestigio de una marca, más que el objeto mismo. Mejor invertir menos en algo de mejor calidad, yo digo.
Si quieres insistir con una marca italiana porque, aceptémoslo, esos italianos saben lo que hacen cuando se trata de diseño, papel y encuadernación, pues ahí te van dos opciones, una fácil y más económica y otra mamona y difícil de conseguir, ambas italianas hechas en Italia, no en China. La primera, es Fabriano, que es más bien una marca conocida por hacer papel. Así que si crees que Moleskine era tu mejor opción por el papel, pues… Fabriano tiene una línea de libretas muy parecidas a los moleskines, con precios más accesibles. La diferencia radica en que el moleskine se vende para a gente que quiere mamonear, y Fabriano a artistas que necesitan un soporte de calidad para esbozar. Un paquetito de tres moleskines de bolsillo anda por ahí de los $150 si bien te va, el de Fabriano incluye 4 y está en $120. La única desventaja de Fabriano es que no tiene una cantidad taaaan variada de tamaños y presentaciones, porque está pensada para un público más específico. Sin embargo, el papel es una chulada que no tiene desperdicio. Se consiguen en las tiendas Lumen, sobre todo en las grandes, en la sección de arte (aunque hace unos meses las vendían en la de cuadernos, así, vilmente a lado de los cuadernos scribe de Barbie). Yo no dudaría en regalar una libreta Fabriano antes que un moleskine, pero ésa soy yo.
(Mi segunda opción parte de la subjetividad emotiva, así que puedes no hacerme mucho caso). Ogami Professional es una marca italiana que presume haber sido la primera en introducir esa -polémica- maravilla que es el papel de piedra. No estoy cien por ciento segura de que esto sea así, pero yo les creo. Simplemente tener una libreta Ogami en las manos es una gran experiencia sensorial, si tuviera hijos les daría una en lugar de un oso de peluche. Con un presupuesto considerable y ganas de impresionar a tu escritor con una libreta italiana, es una opción más acá, pues sus precios se equiparan con Moleskine, pero escribir en ellas es completamente diferente. Puedes echar un ojo en Amazon, donde hasta dónde yo sé, es el único medio de conseguirlas.
Ahora viene lo mero bueno, si lo que menos te importa es el prestigio de una marca extranjera y quieres conseguir algo chido y sobre todo, mexicano, las opciones se abren aún más. Estés dónde estés seguro tendrás a la mano algún bazar al puedas ir y encontrar libretas hechas a mano. En México hay un sinnúmero de posibilidades.
Friné es una marca de libros en blancos que como las marcas que mencionamos anteriormente, basa su estética en la sobriedad y en la sencillez, sus precios van desde los veinte pesos a los quinientos, dependiendo del tipo de encuadernación y acabado, ¡tienen tapas ilustradas con acuarela!. Además, hace poco acaba lanzó una línea de libretas con las ilustraciones de nuestra diseñadora favorita, la muy querida Elian Tuya (diseñadora del logo de Tinta Chida y del Manifiesto). Puedes conseguir sus productos con ellos directamente, en las expos y bazares en las que se presentan constantemente así como en la librería Icaria. Los libros de Leonardo, por otro lado, es una marca mexicana que le ha dado la vuelta al mundo. Don Leo, el autor de piezas que se han vendido en el MOMA en Nueva York, es un obsesivo de la perfección, así que el día que tengas una libreta suya en las manos no tendrás duda de que tienes algo de impecable calidad. Su rango de precio está entre los $30 y los $650. Y para conseguirlos tendrás que contactarlo por FB, checar alguno de sus puntos de venta en el DF o cacharlo en algún bazar de diseño, la buena noticia es que anda en muchos.
Y ya por último en cuanto libretas, el comercialote: su servidora que además de coleccionar libretas, las hace. Conejo Cojo es un proyecto que nació hace cinco años y que después de una pausa está volviendo a las andadas. Si pusiste atención al texto hasta ahora, podrás haber notado que algunas de mis preocupaciones son la particularidad y el diseño, no me encantan los productos en serie, sobre todo cuando se tratan de una herramienta para el trabajo creativo. Así pues, las libretas que hago procuran ser piezas únicas o de diseño muy limitado (no encontrarás más de cinco libretas iguales). Conejo Cojo intenta variarle al papel así que puedes encontrar libros con el clásico cultural, papel de algodón y hasta el bello y ya mencionado papel de piedra.
Como ves, tus opciones son muchísimas. La elección dependerá de qué tan bien has sondeado los hábitos de tu escritor. Es decir, si es uno de esos que escriben a mano TODO antes de transcribirlo será más práctico que le des una libreta media carta de mínimo 100 hojas, pero si es de los que sólo hace eventuales notas, un paquete de libretas de bolsillo será más que suficiente.
La tinta chida
¿Y con qué va a escribir? Bueno, éste es también un tema delicado, porque los que estamos acostumbrados a escribir a mano, generalmente también estamos acostumbrados a algún tipo de pluma, aunque ni siquiera seamos conscientes de esto. Hay quien puede escribir con una pluma bic y ya está, uno podría creer que lo hace por pura practicidad o economía y que darle una pluma fuente estaría rifado… se la das y resulta que las odia y esa pluma terminará empeñada. Yo, en lo personal, no puedo acomodarme con las plumas fuente, me cuesta trabajo controlar el flujo de tinta y termino cagándola. Al mismo tiempo, no puedo escribir con una pluma bic porque me deprime. ¿Ves? No es tan fácil.
Si tuviera que recomendar una marca de plumas, sería Pilot. Yo suelo escribir con las Pilot Gtec 4, que a simple vista parece una pluma de gel como cualquiera. Tiene una punta rodante muy fina que se desliza por el papel con suavidad, nunca se excede de tinta y dura muchísimo. Un paquetito de dos plumas cuesta $80, y quizá si se la des a tu escritor junto con su libreta se extrañe del obsequio ¿una pinche plumita desechable? Pero créeme, cuando la use la amará. Ya aumentando el presupuesto, Pilot tiene opciones que se van poniendo fresas, como otra pluma roller o sus famosas plumas paralelas (para quien le sepa a la caligrafía), ambas rondando los $200-$300, hasta las plumas fuente que pueden costar entre $1200 y $3000. También tenemos las siempre guapas alemanas Lamy, con bolígrafos de $200, plumas fuente desde $400 a $800, lo cual la convierte en una opción de calidad y precio decente, además de que tienen varios diseños para escoger y también colores de tinta para los repuestos. Otra opción puede ser un paquetito de stabilos porque… ¿quién no ama los stabilos? Pero si cagas dinero, el mundo de las plumas es estúpidamente amplio y entonces podrás pensar en regalar una Mont Blanc edición limitada en homenaje a Shakespeare o una Lamy con punta de titanio por siete mil pesitos.
Pero ya nadie escribe a mano…
El nuevo soporte por excelencia para la escritura es el procesador de textos digital, sí pues, word, open office, pages, etc. etc. Ahora, si sientes que el papel ya pasó de moda y prefieres ir un paso adelante en el proceso de tu escritor, nada más rayado que regalarle la licencia de un software amplíe sus posibilidades y que lo libere del yugo del tan temido Word. Si eres nuestro lector, sabrás que estoy refiriéndome a Scrivener, (acá puedes echarle un ojo a las maravillas que puede hacer)
Ahora que si tu escritor es muy bohemio, por no decir mamón, siempre existe la bonita y melancólica posibilidad de regalarle una máquina de escribir. Las hay de muchos precios en Amazon, Mercado Libre o en la Lagunilla o el mercado de antigüedades de tu ciudad. En la segunda es más probable que encuentres las cintas de repuesto.
Miscelánea de escritorio
Y bueno, para no extendernos mucho más, hablemos del resto de los objetos que podríamos encontrarnos en un escritorio, empezando por, claro…
El café
En las largas jornadas de trabajo siempre se agradece tener a la mano una buena taza de café. Como en todo, aunque parezca salida fácil, el café puede ser un ritual sagrado para muchos, por lo que debes tener en cuenta qué tanto lo es para tu escritor. Así pues, regalar un kilo de café pero ¿sabes qué tipo de extracción utiliza? ¿tiene una prensa francesa, una cafetera italiana, una cafetera convencional? ¿en realidad es un bebedor de nescafé de clóset? Asegúrate de saber este tipo de cosas antes de aventurarte en el mundo del café. A mí, en lo personal, y por no ser una experta en el tema, me alegra cuando alguien me regala café, el que sea, no soy muy exigente, pero entiendo que los bebedores de café exquisitos sobran y son difíciles de complacer. Si estás en las mismas que yo (tomas café pero aún no entiendes porqué) y tu escritor es un gran bebedor, busca asesoría para hacer la mejor elección. (perdón pero esa asesoría no está aquí)
Y ya, a mí lo que me interesa más de este apartado es… sí, es lo que te imaginas, hablar de tazas. (Soy de las personas que opinan que una taza bien pensada es siempre un gran, grandísimo regalo) Ok, hasta ahora he hecho el mejor esfuerzo para promocionar el consumo local pero es que existe el Gremio de los filósofos desempleados, una marca de diseño neoyorquina que hace un sinnúmero de productos, desde los muñequitos, imanes, relojes, portavasos, etc. etc; todos relacionados con la filosofía y literatura. La mezcla entre el diseño, el humor y la calidad de sus productos hace que ésta sea una marca ideal para regalar a cualquier letrado. Pero en particular aquí hablaremos de las tazas. Primero aclaremos, son caras, sí… El precio de una taza debe andar por los $400. Peeero… ¿una taza con frases inmortales de Monty Python, Edgar Allan Poe, Shakespeare, inicios o finales de novelas? Son tazas que además de chidas visualmente, son muy resistentes y te aguantan el calor, puedes manipularlas sin temor a quemarte en cualquier momento. Y si nada de esto de convence de que en realidad es una gran inversión, pues vienen en una caja que también es muy bonita y lo mejor de todo, un video con instrucciones de uso: https://www.youtube.com/watch?v=ipfVaHoakqc ¿lo dudas después de ver eso? En fin, la mejor noticia es que la globalización ha llevado esta marca a todo el mundo y es muy probable que la encuentres en tu país (acá la lista de distribuidores: http://www.philosophersguild.com/Contact-Us.html ) En México se pueden conseguir en la tienda en línea Little Thinkers y en El Péndulo. De hecho, ésta última, tiene una gran oferta de tazas de otras marcas, unas más baratas y unas más caras, entre ellas la librería tiene sólo dos de marca propia, una alusiva a Virginia Woolf y otra con la frase inmortal “The piano has been drinking, not me” de Tom Waits, por $99.
Música
Por desgracia, la inspiración no se consigue en frasco. Pero bueno, hay cosas que pueden favorecer a alguien en un aprieto creativo. Podríamos empezar con la música. De un tiempo a acá el boom de lo digital nos ha alejado del soporte tangible, por lo que nunca está de más recibir un cd, o ya de perdida, una tarjeta para comprar en iTunes. Como todo en esta lista, no puedes aventurarte a comprar algo nomás porque sí, sino que debes tener idea de lo que escucha tu escritor, sobre todo cuando escribe o para buscar inspiración, un sondeo siempre puede ayudar. Por otro lado, también está la opción de obsequiarle boletos para un concierto, puede ser desde algo muy específico, porque sabes que le gusta, o algo tan infalible como un concierto para la Sinfónica Nacional un domingo a mediodía.
Compañía vegetal
En cualquier escritorio, desde el del más desparpajado hasta el más Godínez hay siempre espacio para una planta. Las más resistentes y de fácil cuidado son las cactáceas que además de todo pueden ser un buen distractor para momentos en los que no se nos ocurre nada para escribir, es fácil perderse entre sus formas y no creo que haya mejor compañía para un escritor (los perros y gatos requieren más cuidados). Actualmente el jardín botánico de la UNAM tiene un programa de adopción de plantas en peligro de extinción, quien las adopte adquiere la responsabilidad de cuidarlas, y esto le da un toque extra al regalo.
Piquete
Puede que suene muy a cliché, pero a veces, no viene mal un trago para relajarse y soltar las manos para escribir. Nadie despreciara la calidez de una botella de su vino favorito, un buen mezcal o ginebra para las largas jornadas de escritura.
¿Combinaciones?
Y como puedes ver… entramos a territorios mucho más amplios, así que nada, esperamos que esta lista te haya ayudado si te estaba poniendo nervioso el regalo de navidad. Aquí van algunas combinaciones posibles dependiendo del objetivo de tu regalo, presupuesto y cuánto sabes de tu escritor meta.
–No tienes una razón particular para darle un regalo a tu escritor más que el mero compromiso, pero la verdad te importa un poquito (si no ¿qué haces aquí?) así que quisieras darle algo que no tire a la basura a la primera oportunidad. Tu presupuesto es moderado (pues sí, el godín que organizó el intercambio quiere anda detrás del código da vinci y, basado en eso, puso un límite de 300 pesos de intercambio) pero tu tiempo es limitado, opciones:
Una libreta hecha a mano más un juego de plumas Pilot.
-Tienes mucho dinero y estás dispuesto a gastarlo en tu escritor porque quieres impresionarlo y que quizá un día tu nombre esté en alguna dedicatoria suya, opciones:
Un libro del zorro rojo (pero no cualquiera, al menos uno de los grandes en pasta dura como todos los cuentos de Allan Poe con traducción de Cortázar,
Una libreta de papel de arroz Midori, o una de papel de piedra
-Tienes un presupuesto muy limitado pero quieres darle un detalle a esa persona:
Una libreta hecha a mano.
La taza de Tom Waits.
-Odias al escritor y realmente sólo quieres hacérselo saber:
Un libro de Paulo Coelho.
Y así…
Y ahora tú
Y tú, qué tranza. si eres escritor… qué regalos te gustaría que te dieran, qué propones para mejorar esta guía. ¡Pega todo en los comentarios!